Arrancamos un nuevo año y, como en ocasiones anteriores, en Blues Simon Group estamos muy atentos a las nuevas tendencias que marcarán el devenir de la arquitectura y el diseño de interior en 2020. Aunque se mantendrán algunas líneas continuistas, otras romperán con lo establecido. 

Además del evidente aumento de sensibilidad por el cuidado por el medio ambiente (sistemas pasivos de eficiencia energética, energías renovables, etc.), la arquitectura vendrá marcada por las formas asimétricas, con líneas sencillas y un cierto aire industrial de loft que, una vez decorado, destilará elegancia y exclusividad por los cuatro costados. 

La integración de espacios y la combinación de estancias diáfanas lo más polivalentes posibles se erigen como otra de las tendencias para este año dentro de la corriente más contract. En este sentido, las puertas correderas de vidrio que hacen las veces de divisores entre estancias o, por supuesto, en el cuarto de baño, se verán mucho en 2020.

Combinando acabados

En líneas generales, se percibe un regreso a la naturalidad, desterrando la sobrecarga de adornos y apostando por lo sencillo, que no tiene por qué estar reñido con la modernidad.

Se juega más con las texturas, mezclando diferentes acabados en paredes, suelos y techo. Eso sí, el común denominador es el gran formato para todo tipo de revestimientos, especialmente cuando hablamos de materiales como la piedra natural, el mármol y también el barro cocido, que entra en nuestro hogar (en cocinas y baños) directo desde las terrazas y los jardines.

Por su parte, los cuartos de baño viven uno de sus momentos más dulces, puesto que su papel trasciende el mero aseo personal y, en los casos en los que las dimensiones lo permitan, se convierten en paraíso de relax en el que relajarse después de una dura jornada laboral. Un diseño que transmita esa serenidad, junto a elementos funcionales como una cabina de hidromasaje, aportará su granito de arena a esta nueva concepción.

Tendencias 2020

Versatilidad

Los muebles serán más pequeños y adaptables e introducirán los colores, aunque los oscuros serán estándar. La idea es poder darle la vuelta a la habitación con poco esfuerzo, variando diferentes combinaciones de los elementos en función de su colocación. La versatilidad es la clave, tanto en uso como en ubicación, independientemente de la habitación para la que hayan sido diseñados. 

Los vidrios esmerilados y mates también se extenderán a otros elementos, como atrevidas lámparas de diversos colores. Asimismo, no podemos olvidar el papel protagonista que jugarán las lámparas grandes de figuras geométricas que, lejos de pasar inadvertidas, serán determinantes en el estilo de cada habitación. Junto a ellas y en ese mismo rol de relevancia, las lámparas flexibles capaces de adaptarse a un diseño horizontal o vertical. 

Azul intenso

En cuanto a los colores, Pantone ya ha determinado cuál será el color por excelencia: Classic Blue (PANTONE 19-4052 Classic Blue). Nada tiene que ver con aquel Living Coral de 2019 o el Ultra Violet de 2018; se trata de un azul intenso del que la firma indica que es “intemporal y duradero, elegante en su simplicidad”. Sumado a ello, también podemos decir que hay un espacio para los nostálgicos y atrevidos. Los tonos neón, cromados e, incluso, los elementos holográficos constituyen una de las tendencias para 2020 en una clara regresión a la década de los años 80.Para los amigos de los colores neutros (grises, mostazas o negros), la buena noticia es que son un clásico y, como tales, no pasarán de moda, pero el minimalismo nórdico quedará algo rezagado. Dicho de otro modo, los tonos más oscuros se impondrán a los espacios repletos de blanco; eso sí, sabiamente equilibrados para no terminar generando saturación.