Una de las pesadillas de quienes viven en planta baja, especialmente en viviendas unifamiliares, es la humedad por capilaridad. Se trata del agua de lluvia acumulada en el subsuelo que terminan absorbiendo los cimientos y las soleras de las casas. Afortunadamente, existen soluciones en el mercado que pueden poner remedio a esta problemática.

Cuando el agua de lluvia o, incluso, del riego si tenemos jardín con abundantes plantas y césped, se topa con dificultades para filtrarse hacia abajo en el subsuelo, termina por dar la cara en nuestra cimentación y, de manera ascendente, a nuestra fachada, nuestras paredes. Más allá de los inconvenientes estéticos, la humedad por capilaridad puede traer consigo enfermedades respiratorias (infecciones pulmonares, asma, sinusitis…) derivadas por los hongos que se generan.

No sólo eso, sino que llegado un punto, representa serios problemas para nuestra vivienda, puesto que puede afectar muy negativamente en los pilares y muros de carga, poniendo en riesgo toda la estructura.

Inyectar resina

Una de las soluciones que se está dando a este problema es el de las inyecciones químicas. El método consiste en inyectar en el interior del muro una sustancia –una resina a base de polímeros, tipo silicona- capaz de repeler el agua y de impedir que sea absorbida por la cimentación.

Para poner en práctica este tratamiento de la humedad por capilaridad, normalmente se retiran los rodapiés y se procede a una serie de perforaciones en la pared, para posteriormente poder introducir la cánula que inyecte la resina. En casos extremos, podría elevarse el punto de perforación para conseguir establecer la barrara horizontal a la humedad, pero no es recomendable hacerlo por encima de 1,20 metros.

Como es lógico, el método requiere de múltiples agujeros, de unos 12 milímetros de diámetro y una separación entre sí que se mueva en la horquilla de los 10 a los 12 centímetros.

En este punto, no hay que escatimar en perforar –luego lo tapará de nuevo el rodapié-, puesto que si lo hacemos corremos el riesgo de no lograr el efecto deseado. Asimismo, siempre es recomendable alcanzar en la perforación la profundidad suficiente para cubrir la anchura del muro porque, de lo contrario, tendremos que agujerear la pared por ambas caras del muro.

Humedad

La opción eléctrica

Si no termina de agradarnos la idea de inyectar resina en los muros de nuestra casa, siempre podemos recurrir a otros tratamientos de la humedad por capilaridad menos ‘agresivos’, aunque algo más complejos. Nos referimos a la electroósmosis, que juega con la electricidad para repeler el agua. Es una opción viable, que nos puede llegar a librar de las perforaciones.

La base sobre la que se levanta este método es la evidencia física de que las sales que arrastra el agua que está ascendiendo por nuestras paredes tienen carga eléctrica. Si conseguimos generar un campo eléctrico, podemos repeler las partículas de las sales con carga eléctrica.

Si elegimos este método para combatir la humedad por capilaridad, tenemos dos alternativas:

  • Electroósmosis activa.-El elemento básico de esta opción son los diversos electrodosque tenemos instalar en el interior de los muros para que puedan conducir la electricidad y generar el campo que precisamos. Para conseguir éste último punto, será necesaria también la instalación de otros electrodos bajo tierra al otro lado del muro. Unos y otros emitirán corrientes eléctricas de diferente potencial, lo que crea el campo eléctrico y repele a las sales de la humedad.
  • Electroósmosis pasiva.-El principio es el mismo, es decir, crear el campo eléctrico que nos resuelva el problema cambiando la polaridad. A diferencia de la opción activa, en la pasiva lo que se utiliza es una unidad capaz de generar por sí sola ondas electromagnéticas que repelen a las sales. Lleva más tiempo que el sistema de electrodos, pero es igualmente efectivo y, además, si necesidad de perforar los muros.