El diseño de una casa es crucial para nuestro bienestar. Es importante saber conjugar estética con funcionalidad, pues nuestro hogar será nuestro refugio, el lugar en el que recargar energía y disfrutar de buenos momentos. Ello no ha de hacernos perder de vista una realidad incontestable: si un buen diseño no ayudará a la larga a ahorrar dinero, con uno deficiente, no sólo nos encontraremos seguramente con sobrecostes, sino que en el futuro nos hará perder ahorros. En realidad, apostar por un buen diseño, más que un gasto, es toda una inversión.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar cuáles son nuestras necesidades, que buscamos o qué deseamos, tanto en global como estancia por estancia. Cuando tenemos la oportunidad de empezar el proyecto desde cero, es decir, enfrentándonos al papel en blanco en el que el arquitecto no ha dibujado una sola línea, este paso es crucial, porque el profesional no comenzará su labor a ciegas, sino con una guía muy útil.

Hogar para todos

En el primer esquema que dibujemos tenemos que intentar tener claro el número de habitaciones y sus usos, así como cómo pasaremos de una a otra. Deber convertirse en un hogar para todos los miembros de la familia. Los pasillos tienen sus ventajas como distribuidores que son, pero es cierto que comen metros cuadrados que podríamos destinar a las estancias en las que precisemos más espacio.

Es importante tener en cuenta que existen ciertas habitaciones de uso público, como son el salón, la cocina o el cuarto de baño y otras más privadas, como los dormitorios o despachos, por ejemplo. No intercalar unas con otras es una medida más que recomendable para preservar la intimidad. Nunca es aconsejable que las habitaciones y el comedor sean colindantes, por ejemplo, aunque en el caso de los cuartos de baño situarlos en un punto central puede ser todo un acierto (si no hay posibilidad, además, de que el dormitorio principal cuente con el suyo propio).

Casa Ideal

Lo que no queremos

Si bien es verdad que no siempre es fácil concretar con claridad qué queremos, la mayoría de las veces sí tenemos muy claro lo que no queremos. Ese puede ser el inicio del camino para hacer de nuestra casa, no sólo un hogar único sino, además, a nuestra medida. Las zonas comunes, por lo general, son las más complejas de diseñar.

En este sentido, cuando abordemos cómo queremos la cocina tenemos que pensar si, como sucede en muchos hogares, es un punto neurálgico de las reuniones familiares. De ser así, es conveniente que sea espaciosa, quizás con una isla incluida, siendo importante que revisemos la opción de cocina americana o de diseñar aparte para evitar el ruido y los olores al cocinar.

En cuanto a los cuartos de baño, la tendencia se encamina a incluir una ventana que no sólo aporte luz natural sino que contribuya a mejorar la ventilación. Y es que, aunque la tendencia en iluminación, siempre y cuando contemos con un buen aislamiento, esmaximizar lo posible la luz natural, dependiendo de la orientación y de la instalación de la ventana podemos disfrutar de diferentes tipo de luz.

Asimismo, pensar en si instalar plato de ducha o bañera dependerá de nuestros hábitos de aseo así como de las necesidad de los diferentes miembros de la familia, pues si hay personas de mayor edad lo lógico es inclinarnos por una opción lo más accesible posible. En esta misma línea, siempre es recomendable hacer las viviendas con el menor número de barreras arquitectónicas posible.

Previsión y exterior

Si queremos rozar la excelencia en cuanto a previsión y, además, disponemos de terreno para ello, no está de menos dejar opciones abiertas para posibles ampliaciones, bien sea en un nivel superior o adyacente. Si no disponemos de ese terreno, sí al menos que la casa está abierta a cambios, como la división de una habitación en dos o a la inversa, la ampliación de una de ella derrumbando un tabique.

Por otro lado, si el interior es importante, no lo es menos el exterior. No olvides que, al menos, deberías reservar espacio para una plaza de garaje y, dependiendo de las climatología de la zona, cubierta. Al mismo tiempo, en los casos en los que las dimensiones de la parcela lo permiten, podemos disfrutar de espacios verdes como un pequeño jardín que sirva de esparcimiento o, incluso, de una piscina.

Cuando hayamos cumplido con este esquema mental, lo ideal es ponerse en manos de los profesionales porque ellos nos ayudarán a ajustar nuestro presupuesto y adecuarnos a las normativas del Plan General de Ordenación Urbana de la zona. No sólo eso, sino que ellos son los más indicados para plantear un hogar sostenible y eficiente desde el punto de vista energético, algo de lo que nunca te arrepentirás.