La cocina es, casi con total seguridad, la estancia en la que disfrutamos más tiempo al cabo del día después del salón. Por este motivo es importante atender a su diseño, que ha de combinar funcionalidad y estética a partes iguales.
Si tenemos la oportunidad de poder emprender una reforma en nuestro hogar o, directamente, participar en el diseño de la construcción del que será nuestro nuevo hogar, atender a ciertos criterios cuando pensemos en la futura cocina puede facilitarnos mucho la vida.
Una de las primeras consideraciones a tener en cuenta es cuántas personas harán uso de la cocina, no tanto de manera puntual, sino prolongada. En función de, por ejemplo, el número de comensales que vaya a acoger la estancia, optaremos por encimeras o mesas de mayores dimensiones.
En esta misma línea, también es muy recomendable considerar cuántas personas habitan la casa, así como la frecuencia de compras porque de ello dependerá el número de armarios que instalemos. En todo caso, siempre es preferible recurrir a las despensas que a llenar las paredes de armarios que terminan dando sensación de caótico desorden.
Orientación y disposición
Desde el punto de vista de situación en el plano general de la casa, lo ideal es que la distancia entre la cocina y el salón sea la más corta posible, dado que es muy probable que en algún momento del día o cuando tengamos invitados, las comidas se trasladen al salón. No sólo eso, sino que, considerando que será una de las habitaciones en las que se genere más calor, sería buena idea que tuviera una orientación al sur, contrarrestando así la menor temperatura que suelen tener estas estancias.
Últimamente, sobre todo cuando se dispone de espacio suficiente, se han puesto muy de moda las cocinas con una isla en el centro, acompaña por taburetes altos para poder tomar un vino, desayunar o picar un tentempié que no nos lleve mucho tiempo. Sin embargo, no siempre es posible contar con los metros cuadrados suficientes y es entonces cuando tenemos que recurrir a planteamientos espaciales más tradicionales, como son en forma de ‘U’, de ‘L’ o en línea recta.
Atender a una buena ventilación, a ser posible, complementando la proporcionada por la campana extractora con una ventana al exterior. Este elemento no sólo es importante de cara a la salida de humos, sino que también la luz natural en una cocina hace del espacio un lugar mucho más agradable en el que desayunar o comer. La medida ideal es que no sea necesario encender la luz durante el día.
Equipamiento
En cualquier de las opciones por las que nos inclinemos (L, U, con isla o en línea recta), una de las premisas que debemos tratar de respetar es que los elementos que precisemos para cocinar estén próximos entre sí, desde la nevera, al fregadero, las placas de vitrocerámica o inducción o el lavavajillas (a ser posible con etiqueta de eficiencia energética A).
Deja guiarte por un profesional porque ellos son quienes conocen los códigos de prevención de riesgos e instalan los electrodomésticos como es debido. De no hacerlo así, de no cumplir, por ejemplo, con la separación exigida en la instalación de hornos, nuestra aseguradora podría no asegurarnos en caso de accidente.
Paralelamente, si eres de los que reciclas, no olvides destinar un espacio para la separación de residuos; de lo contrario, verás seriamente comprometida tu conciencia medio ambiental.
Limpieza fácil
La elección de los materiales, tanto de muebles, como encimeras, paredes y suelo ha de contemplar que nos encontramos en una estancia donde se generan muchas manchas, condensación y, en definitiva, complica las labores de limpieza.
Por este motivo, cuanto más lisos sean los materiales menos posibilidades tendremos de acumulación de suciedad y más sencillo resultará pasar un paño húmedo. Además, si nuestra elección cromática tiende a los blancos o los colores pastel, conseguiremos dar una mayor sensación de amplitud.
Asimismo y dado que se trata de un espacio en el que se van a consumir alimentos, también es importante que el material de los elementos que utilicemos no contengan sustancias potencialmente alergénicas.
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