Puertas Enrasadas
El papel de las puertas en nuestro hogar va mucho más allá de separar ambientes y aportarnos privacidad en determinados momentos; se han convertido en un elemento más que contribuye a imprimir a las habitaciones un sello personal, un toque de diseño distintivo. En la amplia variedad de puertas que existe, las denominadas ‘puertas en rasadas’, ‘puertas a ras’ o ‘puertas invisibles’, que Blues Simon Group ya incorpora a la práctica totalidad de sus proyectos, se erigen como una de las opciones más elegantes.
¿Pueden convertirse la puerta y la pared en un único elemento? Pueden, apoyándose en esta opción de puertas a ras que, básicamente, se trata de una puerta totalmente integrada en la pared, de manera que no hay ni marcos ni rebajes. Desde el punto de vista estético, la pared se presenta como un único lienzo en el que únicamente percibimos la manilla para poder abrir y cerrar la puerta, sin rastro alguno de las bisagras y mucho menos de la moldura.
Armonía sin rupturas
Este modelo de puerta es absolutamente personalizable y requiere de la integración del marco dentro de la pared, pudiendo también ser enrasadas, incluso, a techo. Se trata de un sistema lo suficientemente flexible para poder adaptarse a diferentes grosores de tabique, incluido el pladur.
Normalmente este tipo de puertas se montan sobre un marco de aluminio que se oculta en el interior del tabique. Para lograr la máximo continuidad e integración, lo más recomendable es que los rodapiés también estén enrasados, siguiendo la misma línea. Asimismo, cada vez se imponen más puertas altas, de suelo a techo, que logran dar una mayor sensación de amplitud y una armonía sin rupturas en las estancias.
Del mismo y aunque hay modelos en el que los pernos quedan al descubierto, lo ideal es que las bisagras estén también ocultas llevando la minimalismo a la máxima expresión. Este tipo de bisagras permiten la apertura de 180º, aunque existen modelos en el mercado que, si la instalación se adapta, ofrecen apertura total a ambos lados.
También correderas
El abanico de posibilidades con las puertas enrasadas no tiene fin, pudiendo darle el mismo acabo y color que al resto de la pared, lo que le confiera una invisibilidad absoluta o, por el contrario, desmarcarla con colores vivos que destaquen sobre el fondo de la pared. Y es que estas puertas admiten todo tipo de acabado, ya sea en DM para pintar al gusto o, incluso, empapelar, formica HPL laminado, chapas de maderas naturales o acabado lacado.
Si queremos dar, además, un toque más de originalidad, las puertas enrasadas pueden montarse de diferentes maneras. De este modo, aparte del sistema más convencional de puerta, también puede optaros por que sean:
- Correderas, de manera que aún se puede ahorrar más espacio, especialmente si al abrirla queda oculta en la pared –aunque para ello el grosor del tabique sí puede suponer una limitación-. Tanto si es así como encima de la pared, la sensación es que desaparece.
- Pivotantes, que gracias al eje vertical con el que cuentan, pueden ser abiertas tanto desde el lado izquierdo como del derecho, dando un toque adicional de originalidad.
Por otro lado, podemos eliminar también la manilla, incorporando cierres magnéticos que aún contribuyen más al mimetismo de la puerta. Además, y para mayor comodidad, las puertas enrasadas también admiten la instalación de cierrapuertas invisibles, de manera que la puerta se cierra por sí sola cuando queda abierta.
En definitiva, tenemos antes nosotros la opción de dar protagonismo a nuestras puertas, paradójicamente, ocultándolas, empapando a nuestra estancia de elegancia; algo, por otro lado, que podemos aplicar también a las puertas de nuestros roperos.