La madera está cobrando cada vez mayor protagonismo en la construcción de viviendas. Los avances realizados en cuanto a investigación y desarrollo técnico, sumado al empuje de los nuevos arquitectos y diseñadores, hace que este material tradicional viva una época de esplendor, adaptándose a toda clase de ambientes, incluidas aquellas cercanas al mar.

Las estructuras de madera ya no son algo residual en el sector de la Construcción. La tendencia de su uso, tanto en viviendas en altura como unifamiliares, ya es una realidad, impulsada en gran medida por una mayor conciencia medio ambiental que está desplazando a otros materiales como el hormigón.

El hecho de que la madera sea un material natural y reciclable, sumado a su carácter renovable cuando se siguen buenas prácticas de tala con sus certificados correspondientes, tiene un peso innegable en este cambio de tendencia. Sin embargo, este mayor respeto por el medio ambiente no es la única ventaja que ofrece esta materia prima:

Aislamiento natural. La capacidad aislante de la madera, tanto desde la perspectiva térmica como acústica, favorece posteriormente la reducción del consumo energético en tareas como la climatización.

Durabilidad. Su vida útil es muy larga, eso sí, siempre y cuando se realice el mantenimiento necesario, para lo cual siempre está abierta la opción de recurrir a servicios como Blue Arrow Team. De ese modo, evitará humedades o ataques de hongos e insectos.

Versatilidad. Frente a otros materiales, la madera ofrece un amplio abanico de posibilidades, pudiendo adaptarse a múltiples usos, aunando alta resistencia mecánica y flexibilidad para resistir cargas de compresión y tracción al tiempo que resulta muy sencilla de trabajar.

• Ahorro de tiempo. La reducción del tiempo de construcción necesario es más que notable pues, a diferencia del hormigón, no precisa tiempos de secado y reposo. Además, por lo general también requiere de menos mano de obra.

• Menor cimentación. A pesar de su elevada resistencia, la madera es un material más liviano que otros, por lo que la cimentación necesaria es menor que en otro tipo de construcciones.

La madera contralaminada marca la diferencia

Las estructuras de madera en las viviendas pueden constituirse como elementos de entramado ligero o entramado pesado, dependiendo de cada tipo de proyecto. Cerchas, postes, vigas entrelazadas entre sí… son elementos constructivos que se combinan en los nuevos modelos de edificación. Las posibilidades que ofrece, aprovechando los diferentes tipos de ensamblaje vertical y horizontal favorece diferentes casos de uso.

En este sentido, existen diferentes métodos que van más allá de esa imagen idílica de troncos apilados de las cabañas o los clásicos entramados. De esta manera, los paneles de madera contralaminada se han hecho un hueco, incluso, en edificios en altura. En esencia, se trata de piezas de grandes dimensiones fabricadas con tablillas unidas en direcciones alternas. Estos paneles pueden utilizarse tanto en suelos, como paredes y techos, fabricándose en taller y siendo ensamblados en la obra.

Este CLT, como es conocido por sus siglas en inglés (Cross-Laminated Timber), es uno de los culpables de la revolución de la madera en construcción, pues puede reducir los tiempos de construcción hasta en un 60%, incluso, en edificios de cinco alturas, como demuestra la reciente construcción en París del último edificio del estudio de arquitectura francés Mobile Architectural Office (MAO).

En Europa, los países nórdicos llevan la delantera al resto de países en este nuevo enfoque, más sostenible y, en muchos sentidos, más eficiente. España ha tomado el relevo y de un tiempo para acá a buen seguro que veremos más viviendas donde la madera ocupa un lugar predominante.