Hablar de eficiencia energética en el mundo de la construcción nos lleva, inevitablemente, a hablar de Viviendas Passivhaus, es decir, el estándar de construcción nacido en Alemania en 1991 que combina un elevado confort interior con un consumo de energía muy bajo y a un precio asequible. La clave de esas casas pasivas, como son también conocidas, es tanto su aislamiento como su sistema de ventilación.
En un momento en el que el precio de la energía, ya sea la electricidad o el gas, está por las nubes, disfrutar de una vivienda capaz de reducir hasta en un 90% el consumo energético tanto para la calefacción como para la refrigeración es todo un aliciente. Eso es, precisamente, lo que consiguen las construcciones que siguen el estándar Passivhaus.
Requisitos de las Viviendas Passivhaus
A modo de simplificación, podríamos resumir en cuatro los grandes requisitos que han de cumplir las casa pasivas:
- La demanda de energía para calefacción no debe superar los 15 kWh por metro cuadrado de espacio útil por año.
- La Demanda de Energía Primaria Renovable (PER, según el método PHI), la energía total que se utilizará para todos los usos domésticos (calefacción, agua caliente y electricidad) no debe exceder los 60 kWh por metro cuadrado de superficie útil por año.
- En términos de hermeticidad, se maneja la métrica de un máximo de 0,6 cambios de aire por hora a una presión de 50 Pascales (ACH50).
- El confort térmico debe cumplirse en todas las áreas habitables, ya sea en invierno o en verano, con no más del 10% de las horas en un año por encima de los 25°C.
Podría pensarse que mantener estos niveles de eficiencia energética es imposible en regiones de climas extremos. Sin embargo, la primera experiencia de casa pasiva construida en Darmstadt (Alemania) en 1991 desbarata esa teoría. Allí, el pico máximo diario de frío alcanza los -14°C y, a pesar de eso, la temperatura interior se mantuvo constante por encima de los 20ºC sin ni siquiera recurrir al uso de un sistema de calefacción convencional: dos bombillas de 75 W hubieran sido suficientes para calentar una habitación de 20 metros cuadrados.
Cuidado exquisito en el diseño
Desde el punto de vista de la construcción, resulta crucial respetar unos criterios muy estrictos para obtener la certificación Passivhaus. El aislamiento y la protección térmica son esenciales, comenzando desde el diseño mismo de manera que se eviten puentes térmicos y todos los componentes de la edificación estén bien aislados. A ello se suma, además, una hermeticidad superior que al tiempo que nos garantiza una buena ventilación y confort térmico reduce drásticamente los daños por humedad.
Elementos como los marcos –que han de ser lo más reducidos posibles- y el mismo acristalamiento de las ventanas juegan un papel protagonista; en el caso de éste últimos con niveles de transmitancia solar total de al menos el 50%. La orientación de las ventanas de mayores dimensiones ha de mirar hacia el Ecuador; por su parte, aquellas ventanas que den al este y al oeste deben contar con cortinas o estores.
En cuanto a la ventilación, es muy importante destacar las unidades de ventilación con recuperación de calor; gracias a ellas se prioriza el paso de aire fresco entrante sin que se mezcle con el calor del aire de escape, maximizando su aprovechamiento. Los sistemas de ventilación utilizados en las casas pasivas deben tener eficiencias de recuperación de calor de al menos el 75%. Además, en algunas ocasiones se emplean intercambiadores de calor de tierra, dado que las temperaturas bajo tierra suelen ser bastante constantes durante todo el año, facilitando así el precalentamiento o enfriamiento de forma pasiva del aire fresco entrante.
En España contamos con una Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), concebida como una asociación sin ánimo de lucro para promover los edificios pasivos. Esta asociación se integra dentro de otros organismos internacionales como la International Passive House Association y EuroPHit, y a través de ellos es posible obtener más información acerca de estas construcciones sostenibles.
Deja tu comentario