Los procesos de transformación digital alcanzan a todos los sectores en mayor o menor medida y el de la Construcción no es una excepción. Aquellas empresas que se queden rezagadas en esta digitalización verán cada vez más lastrada su competitividad. No es el caso de Blues Simon Group, que desde hace años realizó una apuesta decidida por las tecnologías big data y Business Intelligence (BI) con el fin de reforzar aún más su afán por la excelencia en el servicio que presta.
Podríamos simplificar esta oleada de innovación en una única premisa: los datos no son información por sí solos, es preciso interpretarlos; de lo contrario, únicamente se disparará la necesidad de más soporte de almacenamiento o de capacidad en la nube sin que realmente se saque provecho de ello.
El sector de la Construcción es una fábrica de generación de datos que, convenientemente analizados, pueden contribuir a consolidar las estrategias de mejora continua y ayudar a tomar las mejores decisiones en el momento más oportuno.
Clave ante el COVID
La evolución que ha experimentado la informática ha abierto un amplio abanico de posibilidades para recolectar, depurar y analizar ingentes volúmenes de datos con los que desarrollar estrategias alineadas con el negocio. Esta aplicación de la tecnología es absolutamente transversal en el caso de Blues Simon Group, beneficiándose de ello desde el departamento financiero a la misma obra.
En primero de los casos, 2020 ha sido un año que ha confirmado las ventajas de disponer de tecnologías BI. Cualquier previsión, cualquier presupuesto anual que se hubiera preparado al inicio del ejercicio, se fueron al traste con el azote de la pandemia, los meses de confinamiento y la ralentización de la economía.
De no haber contado con la tecnología adecuada para ello, la compañía no habría podido adaptarse rápidamente, coordinar a todos los equipos y reajustar todas las previsiones al tiempo que capeaba con el impacto que el COVID-19 tuvo en todas las cadenas de suministro. Definitivamente, estas innovaciones ayudan a analizar exhaustivamente los procesos del negocio y a responder rápidamente y con cierto a cualquier cambio en el mercado.
A pie de obra
El big data y las tecnologías BI pueden contribuir decisivamente a que los proyectos lleguen a buen puerto. Gracias a ello y a la automatización que ha permitido que muchos de los procesos informáticos se realicen de manera desatendida, es posible tener una visibilidad 360º de todo el proyecto, supervisando que en cada una de las áreas se están alcanzando los objetivos tal y como se había previsto. A fin de cuentas, uno de los males endémicos en la Construcción son los retrasos en la entrega de los proyectos.
Con este tipo de tecnología no sólo es posible controlar que no se produzcan estas desviaciones sino que, además, gracias a los análisis predictivos es posible anticiparse corrigiendo la situación con antelación. Ello repercute directamente en otro de los males del sector: los sobrecostes, ya sea en materiales, mano de obra, etc. Ahora, gracias a estos análisis dinámicos en tiempo real, se toman mejores decisiones fundamentadas en información mucho más precisa.
Analizar el histórico
El análisis de los datos no termina cuando concluye un proyecto. De hecho, a partir de ahí se inicia un nuevo proceso para identificar los puntos de ejecución de mayor excelencia y aquellos en los que no ha existido tanta. Hablamos, pues de un análisis continuo de datos que controle de manera estricta la calidad y los costes; todo ello, además, representándolo de manera muy visual e intuitiva.
Un proceso de transformación digital en el que se priorice el análisis de los datos como punto de partida no es una cuestión meramente tecnológica, sino que ha de servir para abrir las mentes y reorganizar procesos. Con esa amplitud de miras hemos trabajado siempre en Blues Simon Group porque no concebimos de otro modo un proceso de mejora continua.
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