Hace tan sólo unas semanas, comentábamos la importancia que tenía la aprobación del Nuevo Plan de Vivienda 2018-2021. Ahora, nos apoyamos en un reciente informe de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), para reafirmarnos en las buenas noticias para el sector de la reforma: el gasto de cada vivienda podría aumentar un 4,5% este año.

Esta era una de las grandes novedades respecto a otros planes previos, puesto que en el pasado únicamente se contemplaba la rehabilitación de edificios, pero no las reformas en pisos individuales. Esto es lo que ha propiciado que Andimac prevea que este año podrían llegar a reformarse hasta 1,6 millones de casas, lo que supone 100.000 más que en 2017.

Es una de las conclusiones que pueden destacarse de la última edición del Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma en el Hogar, elaborado por esta asociación. El documento prevé que la media de gastos en reformas por familia se situará en 2018 en unos 681 euros, es decir, 30 euros más que el año pasado. Unas perspectivas que para 2019 se presentan aún más optimistas, con un gasto medio de 713 euros (incremento del 4,7%).

Reformas

Mayores necesidades

Aunque la magnitud de la cifra es positiva, no es tan elevada en como en realidad se precisa, puesto que el parque nacional de viviendas ronda los 25,7 millones. Esto quiere decir que apenas un 6,25% de todo el parque se reformará de algún modo, a pesar de que más del 80% del total tiene más de 18 años de antigüedad. A nivel autonómico, la mitad de todas las viviendas de las comunidades tienen más de 40 años.

En muchas ocasiones caemos en el error de esperar a poner el cartel de venta o alquiler para reformar, en lugar de hacerlo cuando somos nosotros mismos quienes disfrutamos de ese espacio. Así, las estadísticas ponen de manifiesto que siete de cada diez inmuebles que se venden en España afrontan una reforma justo antes o justo después de la transacción.

Tendemos a no prestar atención a nuestras casas, autoengañándonos con la idea de que éstas perdurarán en el tiempo sin un mantenimiento debido. Un planteamiento que lleva a que mientras al cuidado de los coches se destina cerca del 5% del presupuesto familiar, al mantenimiento y reformar del hogar apenas llega al 1,5%.Y eso, siempre termina por pasar factura.

Beneficios fiscales

Cuando todavía nos encontramos en plazo para la presentación de la Declaración de la Renta, es importante destacar que los gastos de reforma de la vivienda cuentan con una serie de supuestos que nos podemos deducir en el IRPF, tal y como se regula en el Real Decreto-ley 6/2010 de 9 de abril. Además de las reformas dirigidas a mejorar la accesibilidad o la conservación del propio edificio, es posible deducirse todas las obras que mejoren la eficiencia energética,la higiene, salud y protección del medio ambiente. En este capítulo se incluyen, obviamente, la incorporación de las energías renovables, mejoras de la seguridad y la estanqueidad y la renovación de las instalaciones de suministros (electricidad, agua, gas…).

No sólo eso, sino también las obras de instalación de infraestructuras de telecomunicación que permitan el acceso a internet y a servicios de televisión digital, siempre y cuando se realicen en la vivienda habitual, también son deducibles. En cambio, quedan, excluidos de la desgravación los gastos de conservación como el pintado, así como mejoras del tipo de puertas blindadas.

Finalmente, indicar que reformar siempre es revalorizar. En este sentido y según los datos facilitados por Arthunsen, un piso reformado se revaloriza hasta el punto de que, si se encuentra en el mercado del alquiler puede ganar un 30% más de renta.