Reforma

Afrontar una reforma en casa es una decisión importante. Para ayudarte a no perderte en los detalles, te ofrecemos un pequeño decálogo con algunos de los puntos básicos que no has de perder de vista.

  1. El proyecto sobre plano

Hemos de tener en cuenta a qué tipo de reforma nos enfrentamos. Si la actuación que vamos a realizar no requiere de licencia de obra mayor, es posible que un interiorista nos pueda realizar el proyecto. Sin embargo, si tiene mayor envergadura, sí será necesario contratar los servicios de un arquitecto superior, que velará porque el desarrollo de la reforma vaya a buen puerto.

  1. Realismo 3D

Afortunadamente, poco o nada tienen que ver los proyectos de hace unos años con los que se ofrecen hoy en día. Gracias a los avances informáticos, los arquitectos e interioristas ya ofrecen sobre plano simulaciones en 3D de cómo quedará nuestra casa, haciéndonos una idea mucho más clara del resultado final. Dependiendo tanto de las necesidades estéticas, como funcionales o, incluso, presupuestarias, el profesional te ofrecerá diferentes alternativas, pudiendo visualizarlas al instante en la tablet o en la pantalla del ordenador.

  1. ¿Uno o varios profesionales?

Mientras que hay defensores de que se utilicen diferentes proveedores porque, de ese modo, competirán entre ellos para cumplir con los plazos, los detractores de esta visión consideran que la opción ideal es dar con una empresa que nos pueda ofrecer todos los servicios, desde el diseño del proyecto a su ejecución, incluida la fase final de decoración. Ello nos ahorrará tener que manejar diferentes presupuestos, casi  con toda probabilidad abaratará el total del proyecto y, además, tendremos siempre a un único interlocutor ante cualquier incidencia. En cualquier caso, siempre es bueno consultar diferentes presupuestos y, sobre todo, pedir referencias de trabajos realizados anteriormente.

  1. Definición del presupuesto inicial y los plazos

A la hora de confeccionar los presupuestos con los profesionales, es importante que éstos sepan compaginar nuestros deseos con su asesoramiento estético y funcional. En esa línea, podríamos separar lo que será la parte correspondiente a la obra en sí y, por otro lado, la de diseño de interior.

  1. Calendario de obra

Una vez estudiado el inmueble y atendiendo al proyecto consensuado, serán los profesionales quienes determinen los plazos en función de la complejidad y los materiales empleados. Es importante que este calendario sea lo más realista posible, puesto que, aun pudiendo surgir imprevistos, no queremos que la obra se prolongue en el tiempo sine die, pero tampoco que el ritmo de trabajo sea tan rápido para cumplir con los plazos que suponga una merma en la calidad.

  1. La planificación

Los tiempos son importantes, especialmente si vamos a seguir habitando la casa mientras está siendo reformada. El caso ideal es reformarla, por ejemplo, durante las vacaciones de verano, de manera que la familia no sufra las incomodidades de ruido y polvo y baste con alguna visita puntual para ver el estado de la obra. En caso de que sea inevitable convivir con la reforma, es crucial determinar de antemano con qué habitaciones se comenzará para hacer la vida lo más cómoda posible.

  1. Pensar a largo plazo

Acometer una reforma no es algo para tomarse a la ligera y, precisamente por ello, es importante pensar a largo plazo. Sería una imprudencia pensar únicamente en las necesidades actuales sin prever las que vendrán en el futuro. Un buen ejemplo de esto  sería, por ejemplo, no disponer de los suficientes armarios empotrados en caso de que, en un tiempo, la familia crezca. Aspectos de este tipo es importante tenerlos en mente.

  1. Usos de las estancias

Aunque cualquier buen profesional te asesorará sobre esta cuestión, cuando plantees tu casa ideal lo primero que has de pensar es el uso que le das a cada una de las estancias. En este sentido, piensa en cuáles permaneces más tiempo, dónde haces más vida, porque esas serán las que requieran, por ejemplo, mucha más luminosidad.

  1. Eficiencia energética

Aprovechando que le hacemos un lavado de cara integral a nuestro hogar, ¿por qué no pensar en un ahorro a medio/largo plazo? Si vamos a cambiar parcial o totalmente algunas instalaciones, convendría aprovechar para instalar iluminación LED, inodoros de descarga múltiple o grifos con aireadores tanto en cocina como en baños. Nuestro bolsillo a fin de mes nos lo agradecerá cuando comencemos a disfrutar de nuestra nueva casa.

     10.El post-reforma

Del mismo modo que es importante no abonar un porcentaje del pago hasta que las obras no hayan finalizado –lo que obliga al cumplimiento del calendario-, recuerda que también es vital no pagar el total hasta que las posibles deficiencias estén subsanadas. De esta manera, es importante revisar todas las estancias para ver que se ajustan al proyecto y que su ejecución cuenta con la calidad comprometida.