En la actualidad, a nadie se le ocurriría discutir que existe una relación directa entre la salud y el lugar que se habita. Desgraciadamente, muchas personas han cobrado conciencia de ello con motivo de la pandemia de COVID-19, que ha obligado a permanecer más tiempo en el hogar percibiendo –y en ocasiones padeciendo- lo poco saludable de algunas viviendas. En Blues Simon Group hace mucho tiempo que hacemos gala de nuestro compromiso con la construcción de entornos saludables para nuestros clientes.

Desde nuestro nacimiento hace más de una década, siempre hemos tenido muy presentes que para que una vivienda se convierta en un hogar ha de garantizar unos parámetros indispensables que están íntimamente relacionados con el bienestar de las personas. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce las condiciones de la vivienda como uno de los cuatro principales factores determinantes para la salud. Cuando prácticamente nadie hablaba de ello, Blues Simon Group ya evangelizaba con lo que, a nuestro modo de ver, debe ser la edificación sostenible y saludable.

Entorno Sano

De principio a fin

Abordar este asunto obliga a adoptar una visión lo más holística posible, es decir, que no podemos limitar la construcción de un espacio saludable a su diseño, sino que ha de extenderse tanto a las materias primas empleadas como a los métodos de construcción, huyendo de sustancias tóxicas como formaldehidos o ftalatos. Podría decirse que esta filosofía ha de impregnar absolutamente todo el ciclo de vida de la edificación. 

Para nosotros, la elección del entorno en el que levantamos la vivienda es fundamental y, afortunadamente, nuestra costa mediterránea nos proporciona enclaves maravillosos para ello. Conjugar belleza con tranquilidad son aspectos primordiales, combinados con la precaución de evitar exposiciones a vientos o a entornos electromagnéticos.

La integración orgánica de nuestras casas con el medio ambiente es una máxima a la que jamás hemos renunciado, prestando especial atención a las conexiones exterior-interior con amplios jardines, porches y terrazas que no sólo favorecen el acceso a la luz natural, sino el contacto directo con la naturaleza y el aire fresco.

Condiciones interiores

Una edificación saludable debe prestar atención, además, a un conjunto de aspectos que contribuyen decisivamente a nuestro bienestar. Nos referimos, por ejemplo, a un correcto aislamiento, que nos proporcione el confort térmico necesario en cualquier época del año y nos proteja de la contaminación acústica procedente del exterior. 

Asimismo, un hecho que suele desconocer es que más  del  30%  de  los  edificios  nuevos  y  renovados  sufren el  síndrome  del  edificio enfermo, generando aire insalubre para sus ocupantes. Por este motivo, estudiar el diseño para lograr una ventilación adecuada, capaz de controlar olores, emisiones de CO2, etc. es esencial para garantizar una calidad óptima del aire interior. 

No podemos olvidar tampoco la importancia de la luz natural en el hogar, encontrando el equilibrio que eviten deslumbramientos o elevación excesiva de la temperatura; y allí donde no sea posible una disposición adecuada de los puntos de luz con luminarias de bajo consumo. 

Ambientes terapéuticos

La experiencia nos demuestra que nuestra apuesta por la edificación sostenible y saludable mejora significativamente el bienestar de nuestros clientes, proporcionándoles espacios en los que no sólo cuidamos los aspectos más evidentes, como es evitar cualquier tipo de humedad que derive en hongos (problemas respiratorios o alergias) o la apuesta por energías limpias, sino también los más pequeños detalles, como es asegurar una buena calidad del agua con la instalación de sistemas de depuración cuando sea necesario.

Gracias al equipo multidisciplinar con el que contamos, la decoración también juega un papel esencial en la creación de un ambiente que puede llegar a resultar, incluso, terapéutico, balsámico frente al estrés del día a día laboral. Además de jugar con los espacios, nuestro equipo de profesionales puede combinar diversas estrategias relajantes, desde la cromoterapia a la luminoterapia o, incluso, aromaterapia.

Se trata de apostar por el cuidado del medio ambiente y, nosotros, como parte de él, velar por nuestro bienestar y, en esencia, humanizar las viviendas convirtiéndolas en hogares de verdad.